El campeón sudamericano, Brasil, ganó este sábado el Torneo Internacional Ocho Naciones Sub-17 al derrotar a Nigeria en la tanda de penales de la final, que había concluido con 2-2.Los Auriverdes se adelantaron en el minuto 5 del segundo periodo, cuando su capitán, Fabio, solo ante el portero, picó el balón magníficamente al fondo de las mallas.
Nigeria reestableció la igualada en el minuto 63 por mediación de Osanga King, antes de que Chrisantus Macauley subiera al marcador el 2-1 para las Súper Águilas, a falta de sólo cinco minutos. Sin embargo, la alegría le duró poco a la formación africana, ya que Atila Araujo volvió a nivelar la contienda en el minuto 88.
Los brasileños resistieron el acoso de su rival en la prórroga y supieron tener mayor sangre fría en los penales para imponerse por 4-3.
Previamente, Brasil se había clasificado para la final tras quedar primera de su grupo, al cabo de dos victorias contra la República de Corea (2-0) y Haití (4-0), y de un empate ante Ghana (1-1).
El capitán de la Canarinha, Fabio, fue para muchos el mejor jugador del torneo. El lateral izquierdo con vocación ofensiva robó el protagonismo al cerebro del equipo, Lulinha, tras exhibir un talento extraordinario con el balón y todo un repertorio de pases medidos. Fabio fue asimismo el autor del primer gol de Brasil contra la selección anfitriona, en el choque inicial, y marcó otro más en la final.(código)
El flamante seleccionador brasileño, Luiz Antonio Nizzo, no ocultó su satisfacción tras conquistar su primer torneo al frente del equipo. "Hemos conseguido superar a rivales potentes de todo el mundo", manifestó. "Físicamente, Nigeria estuvo más fuerte que nosotros, pero si logramos centrarnos en nuestro juego y sacar partido de nuestra técnica, como hemos hecho hoy, podremos vencer a cualquiera en agosto".
Nigeria, por su parte, alcanzó la final a lo grande, con tres victorias consecutivas frente a Nueva Zelanda (2-1), Estados Unidos (2-1), y Japón (5-0). A la postre, fue la selección con mayor pegada del torneo, con un total de 11 goles.
Las Súper Águilas llegaron a Corea huérfanas de la inspiración del creativo Ibrahim Rabiu. El capitán Rafael Ademola, no obstante, compensó su ausencia en el mediocampo, mientras que King y Macauley se complementaron eficazmente en la punta de ataque.
Mientras tanto, el campeón asiático, Japón, puede regresar a casa con la cabeza bien alta, tras hacerse con el tercer puesto merced a su triunfo en los penales contra los anfitriones surcoreanos.
Japón había empezado el octogonal con muy buen pie, con dos victorias seguidas ante Estados Unidos (1-0) y Nueva Zelanda (3-0). Sin embargo, tras una derrota sorprendentemente abultada ante Nigeria (5-0) en su último encuentro del grupo, los nipones tuvieron que prepararse para el choque por el tercer puesto, contra su eterno rival de Asia oriental.
"Estábamos bajo presión después de la goleada", reconoció el seleccionador japonés, Hiroshi Jofuku, cuya formación ya había derrotado a la República de Corea el año pasado en el Campeonato Asiático Sub-16, de camino a la conquista del cetro continental. "Conocíamos tan bien a nuestro rival que supimos cómo presionarle desde el mediocampo. Pero todavía podemos mejorar muchas cosas antes de la fase final". A falta de menos de dos meses para la gran cita, el octogonal resultó también una buena experiencia para los anfitriones, que accedieron al partido por el tercer puesto tras doblegar a Haití (2-0) y Ghana (3-0); a pesar de perder su primer partido, contra Brasil (0-2).
"Hemos adquirido más confianza tras los encuentros ante Brasil y Ghana", afirmó el seleccionador de la República de Corea, Park Kyung-Hoon. "Hemos descubierto nuestros puntos fuertes, así como los débiles. Nuestro objetivo prioritario es organizar el equipo como un bloque perfectamente unido, porque no tenemos una gran figura en la plantilla. También nos hace falta más fuerza, tanto física como mentalmente". (FIFA)
Nigeria, por su parte, alcanzó la final a lo grande, con tres victorias consecutivas frente a Nueva Zelanda (2-1), Estados Unidos (2-1), y Japón (5-0). A la postre, fue la selección con mayor pegada del torneo, con un total de 11 goles.
Las Súper Águilas llegaron a Corea huérfanas de la inspiración del creativo Ibrahim Rabiu. El capitán Rafael Ademola, no obstante, compensó su ausencia en el mediocampo, mientras que King y Macauley se complementaron eficazmente en la punta de ataque.
Mientras tanto, el campeón asiático, Japón, puede regresar a casa con la cabeza bien alta, tras hacerse con el tercer puesto merced a su triunfo en los penales contra los anfitriones surcoreanos.
Japón había empezado el octogonal con muy buen pie, con dos victorias seguidas ante Estados Unidos (1-0) y Nueva Zelanda (3-0). Sin embargo, tras una derrota sorprendentemente abultada ante Nigeria (5-0) en su último encuentro del grupo, los nipones tuvieron que prepararse para el choque por el tercer puesto, contra su eterno rival de Asia oriental.
"Estábamos bajo presión después de la goleada", reconoció el seleccionador japonés, Hiroshi Jofuku, cuya formación ya había derrotado a la República de Corea el año pasado en el Campeonato Asiático Sub-16, de camino a la conquista del cetro continental. "Conocíamos tan bien a nuestro rival que supimos cómo presionarle desde el mediocampo. Pero todavía podemos mejorar muchas cosas antes de la fase final". A falta de menos de dos meses para la gran cita, el octogonal resultó también una buena experiencia para los anfitriones, que accedieron al partido por el tercer puesto tras doblegar a Haití (2-0) y Ghana (3-0); a pesar de perder su primer partido, contra Brasil (0-2).
"Hemos adquirido más confianza tras los encuentros ante Brasil y Ghana", afirmó el seleccionador de la República de Corea, Park Kyung-Hoon. "Hemos descubierto nuestros puntos fuertes, así como los débiles. Nuestro objetivo prioritario es organizar el equipo como un bloque perfectamente unido, porque no tenemos una gran figura en la plantilla. También nos hace falta más fuerza, tanto física como mentalmente". (FIFA)
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